La psicología como ciencia y el criterio de demarcación de Fox Mulder

Como cada año, el modesto club de esgrima al que me honra pertenecer se reúne para planificar la nueva temporada. Al conjunto de buenas intenciones (mejorar los entrenamientos y nuestra forma física) se une la promesa de asistir a todas las pruebas que la federación convoque en la comunidad autónoma. ¿Lo que nosotros hacemos en nuestro club, cuando vamos a una competición, es lo mismo que hace Nikolai Novosjolor, medalla de oro en el último campeonato del mundo celebrado en Budapest?. Evidentemente no.

Gentileza de la Televisión Bolivariana. Ahí es nada

Pues bien,  para muchos científicos/as, especialmente aquellos que se agrupan en lo que de una forma muy vaga se suele llamar “ciencias duras”, y también para muchos filósofos/as, la situación de la Psicología es muy parecida a la nuestra. Algo similar a lo que practica el actual campeón del mundo de espada hacemos en nuestro club, pero sólo algo remotamente parecido.  También la actividad de investigación que se desarrolla en el campo de la Psicología guarda algún parecido con la actividad que se desarrolla en Física, Química o Biología, pero digamos que sólo guardan, como diría Wittgenstein, un cierto ‘aire de familia’.

La crítica a la Psicología como disciplina científica viene de lejos, al menos desde que a S. Freud se le ocurrió decir que la psicología que él practicaba era una ciencia de la mente. Recientemente hemos vuelto a ver esos ataques centrados en la dificultad que tendría la psicología para ingresar en el prestigioso club de las ciencias.  El microbiólogo y editor de Real Clear Science, Alex B. Berezow, publico en Los Angeles Times (julio 2012) un controvertido artículo titulado  “Why psichology isn’t science” en el que señalaba los cinco requisitos básicos que debe cumplir toda aquella disciplina que quiera ser tratada como científica, y que a su juicio no reúne la psicología. Básicamente estos requisitos serían los siguientes:

  • Disponer de una terminología definida
  • Esta terminología debe incluir términos que sean cuantificables
  • Establecer unas condiciones experimentales controladas
  • En estas condiciones experimentales juega un papel fundamental la reproducibilidad de los experimentos diseñados
  • Capacidad para hacer predicciones y establecer pruebas fiables.

En su artículo, Berezow toma como ejemplo de investigación en psicología los estudios sobre las emociones y en concreto sobre la felicidad. Evidentemente, este tipo de estudios no pueden cumplir con los dos primeros requisitos, y de ahí que les resulte a los “investigadores” especialmente difícil cumplir con el resto. Como resultado, la psicología no puede aportar predicciones que sea útiles.

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Berezow reconoce que no toda la investigación que se realiza en psicología se corresponde con este tipo de trabajos. Sin embargo, lo que está en juego es algo bastante serio que tiene que ver con los criterios de demarcación de lo que debe ser la práctica científica. Si los criterios que definen lo que es la actividad científica son tan laxos como para incluir este tipo de investigaciones, pensemos en lo que se hizo en el psicoanálisis o las interpretaciones que hicieron tipos como Lacan, Deleuze y toda su troupe, entonces ciencia es todo, y este pancientificismo colocaría en el mismo club a la astronomía y a la astrología.

En filosofía, quizá el ataque más virulentos a la psicología, o a lo que se conoce como psicología pop, esto es, el intento de explicar el comportamiento humano a partir del análisis lingüístico de las actitudes proposicionales mediante las que se expresan  las intenciones, deseos y creencias de los sujetos, lo encontremos en la obra de Paul y Patricia Churchland y su Materialismo Eliminativo.

«La tesis de que nuestra concepción de sentido común acerca de los fenómenos psicológicos constituye una teoría radicalmente falsa, una teoría tan esencialmente defectuosa que tanto los principios como la ontología de esa teoría serán eventualmente desplazados, más que reducidos con fluidez, por una neurociencia completa» (Churchland, P.M. 1995, p. 43). «El materialismo eliminativo y las actitudes proposicionales». 

Lo que tal reducción implicaría es la sustitución de la descripción tradicional realizada por la Psicología Pop de los eventos mentales por una descripción de acuerdo con los resultados obtenidos por las neurociencias, y esto tendría como resultado no sólo la eliminación del lenguaje tradicional de la Psicología Pop y su sustitución por el lenguaje propio de las neurociencias, sino que también  una reducción ontológica en la cual desaparecen los objetos y eventos que caracterizan al marco tradicional de la Psicología.

La falta de rigor científico de la que se acusa a la psicología no es algo nuevo y exclusivo de esta disciplina. Críticas similares se han realizado a las ciencias sociales, a la Economía y a la Sociología. La incapacidad predictiva de la economía se está haciendo patente en estos momentos de crisis, hasta el extremo de que se suele hablar de la economía como una “ciencia forense” que se limita a explicar las cusas por las que ha muerto el paciente, pero es incapaz de predecir su evolución y mucho menos aportar una cura.

Ashutosh Jogalekar ha escrito recientemente  «Is psychology a “real” science? Does it really matter?»   (Scientifc American. Agosto, 2013) que estas críticas son excesivas. Al fin y al cabo, la psicología es una disciplina joven si la comparamos con la física o la química, y todas han pasado por una adolescencia más o menos conflictiva. En química, nos dice, se utilizan  conceptos como ‘aromaticidad’, ‘polarizabilidad’ o ‘diversidad química’ que son difícilmente cuantificables. El problema no reside tanto en la posibilidad de cuantificar los conceptos que intervienen en una teoría (Modelos Teóricos, conjunto base y Modelos potenciales de la teoría, si queremos usar la terminología estructuralista), sino más bien en determinar si la disciplina en concreto es capaz de proporcionar definiciones operacionales “semicuantificables” que sean consistentes dentro de la teoría, y que sean útiles para hacer predicciones comprobables.

En un sentido muy similar en «“Is Psychology Science?” Is the wrong question» (Neuroskeptic. 19 de Agosto 2013) se nos advierte que no estamos haciendo la pregunta adecuada. La cuestión no es si una disciplina hace uso de una determinada metodología, o si utiliza determinadas herramientas de otros campos de la ciencia, por ejemplo de las Matemáticas, para hacer predicciones. Los científicos/as han venido adaptando sus prácticas y su metodología a la naturaleza de aquello que estudian.

 

No es correcto distinguir entre ciencia y lo que no es ciencia, Lo correcto es admitir que todas las disciplinas contribuyen de algún modo al conocimiento, y que algún subgrupo de estas disciplinas forman lo que denominamos ciencia

“Is Psychology Science?” Is The Wrong Question

Lo realmente importante es delimitar qué prácticas nos proporcionan un conocimiento verdadero y fiable.

Claro que sostener que la ciencia tiene como objeto la búsqueda de la verdad en su sentido más platónico-fregeano, no es decir gran cosa, y hace depender a la ciencia de un concepto tan problemático como es el concepto de’ verdad’. Esta idea de que existe un mundo verdadero ahí fuera  nos recuerda a la máxima del agente Fox Mulder “the truth is out there”. La misión de la ciencia sería descubrir las verdades, como expuso Newton en su autobiografía, a modo del joven que, escudriñando la orilla encuentra de vez en cuando un guijarro llamativo, mientras el “gran océano de la verdad” está frente a él.

La imagen puede resultar más o menos seductora, pero el concepto de verdad es tan escurridizo como el gato de Cheschire.

Claro que también podemos hacerle caso a Woody Allen: 

«_ Oh Kaiser, podemos escaparnos juntos, lejos de aquí. Sólo nosotros dos. Podríamos olvidar la filosofía ciencia. Establecernos en algún lugar y, tal vez, más tarde dedicarnos a la semántica» (“Para acabar con las novelas policiacas. El gran jefe”. Como acabar de una vez por todas con la cultura

[en el texto original la frase es “podríamos olvidar la filosofía”]

gato analogia

 

Acerca de José Luis Fernández Moreno

Profesor de Filosofía (Secundaria). Intereses: Neurofilosofía Ver todas las entradas de José Luis Fernández Moreno

6 respuesta a «La psicología como ciencia y el criterio de demarcación de Fox Mulder»

  • Cristina

    Como dice Spinoza «las demostraciones son los ojos del espíritu», así que te dejo esta web https://npsa-association.org/ para que puedas comprobar, no ya hasta donde ha llegado la psicología, sino mi amada ciencia el psicoanálisis, es una página donde puedes encontrar investigaciones sobre como los constructos psicoanalíticos se apoyan en investigaciones neurobiológicas. Por otro lado, me parece interesante el blog, pero esta entrada no me parece rigurosa y por tanto suficientemente veraz. Saludos!

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  • Carlos

    Interesante post.
    Al final, ni ciencia, ni filosofía (metafísica ni psicología), van a la base. Todas parten de unos supuestos que dan por sentados. Se cimientan sobre preceptos mal fundados.
    Yo solía leer a Patricia Churchland hasta que la cambié por Nisargadatta Maharaj.

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    • José Luis Fernández Moreno

      Gracias Carlos por tu comentario.
      Yo comencé leyendo a los Churchland y aunque finalmente me dejé convencer por los modelos interactivistas o dinamicistas, sigo interesado en las publicaciones de Patricia Churchland. Últimamente publica cosas relacionadas con neuroética. Desconozco la obra de Nisargadatta Maharaj, intentará echar un vistazo

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  • Al

    La Psicología es una ciencia porque se ciñe al paradigma científico y esa es toda la historia. Fin.

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    • José Luis Fernández Moreno

      No tengo muy claro qué es «el paradigma científico» y si es que existe algo como eso. Si te refieres a que la psicología aplica un método y protocolos de investigación como se hacen en otras disciplinas científicas, podría estar de acuerdo. La irrupción de las neurociencias y de la farmacología han dado un gran impulso a la psicología y han facilitado su reconocimiento como disciplina científica. Sin embargo, aún hay gente que piensa que el psicoanálisis, por ejemplo, es psicología y que por lo tanto es ciencia. En este punto tendría qe discrepar.
      Gracias por leer y comentar la entrada

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  • Pilar R.R.

    ¡Buenas!

    Si digo la verdad,yo,y creo que muchas personas,siempre pensamos que existía (de manera obvia,incluso) una estrecha relación entre ciencia y psicología hasta que descubrimos que desean ahora aceptarla en el campo de las «ciencias duras»y que nunca lo fue, supongo que por ese no conocimiento profundo del asunto,aunque pienso que,como cuenta el señor del artículo «Scientific American» de alguna manera u otra tiene que tener sus usos,claro está que no se debe confundir (hay muchas razones,ya las has citado) pero de ahí a que literalmente no sirva para nada no sabría que decir la verdad..de hecho si esto lo aplicásemos a la economía etc entonces diríamos que solo y exclusivamente las ciencias duras (quedémonos con matemáticas,física,química y biología) sirven para algo y lo demás podríamos tirarlo a la basura así que me quedo con que todas aportan de una forma u otra algo a la ciencia,si no,no tendrían razón alguna de existir.

    ¡Un saludo!

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